Luz Vieira Mendez
16 de agosto de 1911, Paraná – 17 de febrero de 1971, Santiago de Chile
Biografía:
Hija de Anselma Méndez, quien fue maestra de escuela primaria y de jardín de infantes graduada en la Escuela Normal de Paraná, y de Joaquín Da Cunha Vieira. Fue la mayor de cinco hermanos. En 1928, antes de concluir sus estudios secundarios, se trasladó a Oporto (Portugal) por decisión de su padre. Ella deseaba volver a Paraná y en 1930, aprovechando la visita de su tía, consiguió la autorización de sus padres.
En 1931 obtuvo el título de Maestra Normal, comenzó a trabajar en escuelas primarias de Paraná e inició sus estudios superiores en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario. Mantuvo un promedio de 10 (nota máxima) durante toda la carrera y consiguió una beca que le permitió colaborar económicamente con su familia, que había regresado a Paraná.
En 1934, se graduó como Profesora de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial en Pedagogía y Filosofía, mientras se desempeñaba como maestra encargada del Laboratorio de Material Didáctico en el Consejo de Educación de la provincia de Entre Ríos. Su tesis de grado, titulada “Benedetto Croce: la realidad filosófica de su Estética”, fue aprobada como sobresaliente.
Visión educativa:
Su visión entendía la educación de manera integral. Estaba convencida de que había que extender tanto la cantidad de años de escolarización como su intensidad. En esa línea, proponía la educación desde el jardín de infantes hasta el nivel secundario y con una jornada doble de escolaridad. Respecto de los niños que repetían de grado, Luz Vieira consideraba que había que buscar la causa en los defectos del sistema. Por eso planteaba la necesidad de otorgar más eficiencia a los métodos de enseñanza.
Trayectoria laboral:
En 1936 fue nombrada directora del jardín de infantes en la Escuela Superior Provincial Nº 1 Del Centenario en Paraná.
En sus años de formación, compartió diferentes espacios con educadores como la Dra. Cecilia Ortiz Arigós de Montoya, el profesor Juan Montavani, el Dr. Antonio Sobral y Saúl Taborda, quienes se caracterizaron por la crítica a la escuela positivista y la búsqueda de reformas tanto para la escuela normal como para la formación profesional de docentes. Como discípula y colega de este grupo de intelectuales, dichos postulados fueron retomados por Luz y guiaron su desarrollo intelectual y pedagógico. En 1942 fue nombrada vicedirectora de la Escuela Normal Superior provincial, en Córdoba, donde gestionó una experiencia totalmente innovadora. La institución se fundó al calor de las corrientes reformistas de dicha provincia y tomó aportes tanto de la escuela nueva como de la reforma universitaria de 1918 (Banegas, et. al., 2015); constituyó una experiencia pedagógica única en la formación docente, la primera de muchas de las que Luz formaría parte. Allí el contenido de los planes de estudio distó mucho de las escuelas normalistas-positivistas, a las cuales buscaban combatir. En este marco de renovación, se pretendió formar docentes que no solo se diferenciaran del aspecto metodológico y el enciclopedismo científico del positivismo, sino también que tuvieran perfiles más «intelectuales» y pudieran pensar e incidir en los problemas de la educación. Sin embargo, la experiencia comenzó a truncarse desde 1943 con el golpe de Estado y tuvo su golpe de gracia el 9 de marzo de 1947, cuando por decreto del poder ejecutivo, se cesanteó a gran parte del plantel docente, entre ellos, a Luz.
En 1947 viajó a Venezuela para desempeñarse como asesora en asuntos educativos para el gobierno del país. Su trabajo se dirigió a la formación de maestros. Desde allí, partió luego a los Estados Unidos donde obtuvo el título de Máster en Educación por la Universidad de Ohio, logro que fue el puntapié para su ingreso a la UNESCO. Por ese entonces, el organismo fundado dentro de la órbita de las Naciones Unidas recién empezaba sus misiones de asistencia educativa. Como parte del staff, se desempeñó como coordinadora adjunta de la oficia regional de educación de la Unesco en Chile.
Años más tarde regresó a Argentina, convocada por el entonces presidente Arturo Illía para ejercer la presidencia del Consejo Nacional de Educación. Así se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo. En esta tarea, se destacó principalmente por la gestión general del sistema educativo cuando planteó la creación de una unidad de planeamiento educativo integral que comprendiera todos los niveles: desde la educación inicial hasta la universidad.
Además, su trabajo pasó a la historia por haber luchado contra el analfabetismo y por su gran capacidad de convocar a distintos sectores.
En 1966, luego del golpe de estado en Argentina, regresa a Santiago de Chile para retomar sus tareas como jefa de misión en la Unesco. En 1970, la Unesco llama a un concurso internacional para cubrir el cargo de Director de la Oficina Regional de Educación para América Latina. Luz Vieira lo gana y se convierte en la primera mujer en ocupar esta función.
Concluido su mandato público, se radicó en Santiago de Chile, falleciendo el 17 de febrero de 1971 en el país trasandino.
Rastrear su obra resulta difícil, sin embargo, el análisis de los documentos aquí recopilados permiten asegurar que Luz Viera Méndez puede ser reconocida como parte de las educadoras argentinas que en el siglo XX llevaron adelante experiencias educativas innovadoras para el futuro de la educación popular argentina y latinoamericana a partir de la pedagogía de la creatividad y la libertad.
La inequidad de género con respecto al acceso a los puestos de jerarquía a la cual hace alusión Luz en sus escritos se hizo presente incluso en su propia trayectoria. Si bien ella supo trascender esa barrera, lo cierto es que la alcanzó luego de una ardua formación y trabajo diario, en el día a día, resolviendo lo inmediato y migrando de un sitio a otro, demostrando en la práctica, de cierto modo, lo que ella era capaz de hacer. Además, relego a un segundo plano su vida afectivo-amorosa, fue soltera y no tuvo hijos. Lo cierto es que pudo «mantener la presencia» frente a un puesto laboral que le demandó mucho tiempo y en donde, como en otros campos, «la competencia es dura y otras personas -los hombres- siguen avanzando sin interrupción en el mismo trabajo».
Obras:
- «Wilhelm Dilthey y la educación como problema filosófico». Paraná, 1938.
- «Notas a una educación de la segunda infancia» 1939.
- «Fundamentos psico-espirituales de una pedagogía» 1940.
- «La Educación Vocacional de la Adolescencia y la Formación Del Maestro: El Ensayo de la Escuela Normal Superior de Córdoba». Libreria y editorial Castelví, 1949. Sobral, Antonio y Vieira Méndez, Luz
- «A Comparative Study of the Education of the Teacher in the Argentine Republic and in the United States». Doctoral dissertation, Ohio State University, 1951.
- «A los maestros», en: El Monitor de la educación común, N.º 939, Año 1, Buenos Aires, 1965.
- «La mujer en América Latina, su participación en la educación y en el desarrollo económico y social», en: Boletín de educación, publicación semestral de la Oficina Regional de Educación, N° 9, enero-junio (1971), Santiago de Chile.