Rosa Fischer
Nació en 1915, San Cristobal Santa Fe – 10 de abril de 2010, Buenos Aires
Biografía:
Su familia, proveniente de las corrientes inmigratorias del siglo XIX, se estableció en la ciudad de San Cristóbal y ocupó puestos en el mundo ferroviario de esa época. Criada entre siete hermanos, Rosa tomó conciencia de la imperiosa necesidad de que el proletariado pudiera acceder a la educación. Cambiar esa situación se transformó en uno de sus grandes objetivos.
Se trasladó a la ciudad de Rafaela para estudiar en la Escuela Normal, donde se formó con las hermanas Cossettini. Allí se involucró fuertemente con la corriente de la Escuela Nueva. En 1932 comenzó a ejercer la docencia y, años más tarde, se radicó en la ciudad de Santa Fe. Allí se convirtió en maestra y luego ocupó distintos cargos directivos hasta concursar el de supervisora.
En la década de 1940 se incorporó a la Asociación del Magisterio de Santa Fe y comenzó una intensa acción gremial, defendiendo los derechos de los maestros y la escuela pública. Mientras recorría las barriadas populares de Rosario, constató la necesidad de fortalecer la educación popular, laica y científica de esas niñas y niños. Durante estos años aplicó los conceptos pedagógicos de la Escuela Nueva, colocando al alumno, a la alumna como centro del aprendizaje. Dijo: “… la educación nos hace libres, termina con las ataduras que genera el desconocimiento”; de esa forma, consideraba Fischer, se podría obtener una mejora sustancial en las condiciones de vida de todos los ciudadanos. Rosa difundió sus ideas en publicaciones periódicas educativas gremiales.
A instancias de su acción gremial logró reunir a los docentes en un único espacio, propiciando la unión de la Asociación del Magisterio Católico y de la Asociación del Magisterio de Santa Fe, lo que fortaleció la lucha de los trabajadores de la educación.
Continuó sus estudios en la Universidad del Litoral al ingresar en la carrera de Higiene y Medicina Preventiva y luego obtener el título de Educadora Sanitarista. Se especializó en esa área y comenzó a trabajar en la formación docente.
Buscaba siempre nuevas maneras de acceder y producir conocimiento: planteó la importancia de la acción pedagógica al ejercer el periodismo escolar. Al igual que Celestine Freinet, tomó la iniciativa de fomentar espacios donde los alumnos pudieran generar publicaciones internas. Cada uno de ellos asumía un rol determinado. Entre otras funciones propias de un diario o una revista, se convertían en editores, correctores, diagramadores para de esa forma lograr un vínculo fluido con otras instituciones y propiciar el intercambio de publicaciones.
Fisher participó de la mítica colección didáctica de la editorial Kapelusz, donde también fue asesora pedagógica. Desarrolló un método de lectura analítico-global a través de un lenguaje llano que invitaba a los docentes a implementarlo en las aulas de nuestro país.
A partir de 1980 se focalizó en la educación para la paz a través de la defensa de los derechos humanos y la ocupación de diversos cargos en la UNESCO.
A lo largo de su vida sufrió persecuciones y cesantías, pero jamás cejó en su afán por lograr una educación pública, integradora e inclusiva.
Como dijo en alguna oportunidad Rosa Fischer: “…es lo único que quiero que se diga de mí, que fui una buena docente”, “…una docente que se formó en el amor a la escuela activa, a la escuela democrática.”