La pandemia es una excelente oportunidad para cambiar la forma en que enseñamos matemáticas en las escuelas.
Debido a la pandemia, la educación ha tenido que migrar al entorno en línea. Este cambio ha impactado no sólo a las escuelas y su personal, sino también a las familias ya que les permite a madres y padres, ser testigos de la educación que reciben sus hijos.
Según el Consejo Nacional de Maestros de Matemáticas (NCTM por sus siglas en inglés) y el Consejo Nacional de Supervisores de Matemáticas (NCSM por sus siglas en inglés), organismos de Estados Unidos, durante la pandemia se ha hecho evidente la urgencia de cambiar la manera en que enseñamos las matemáticas. De acuerdo con ambos organismos, se necesita pensar en ser más equitativos y planear cómo se verán las clases de matemáticas en el regreso a clases en los próximos meses.
La NCTM y la NCSM crearon un documento titulado “Moving Forward: Mathematics Learning in the Era of COVID-19” (Avanzando: Aprendizaje de las Matemáticas en la Era de COVID-19) con consideraciones y consejos para que las escuelas y distritos los tomen en cuenta. El Consejo Nacional de Supervisores de Matemáticas señala que el propósito de este documento es proveer información a las escuelas, maestros y a los distritos escolares para empoderarlos y guiarlos al priorizar el tema.
Para avanzar al siguiente ciclo escolar, el educador debe reconocer las diferencias sociales, emocionales y académicas de los alumnos, ya que esto puede afectar su aprendizaje, señala el informe. Aunque el futuro es incierto, para ellos es importante empezar a planificar, considerar estos aspectos, detectar cuáles necesitan más atención y tomar decisiones que no exacerben las desigualdades ya existentes. Otro aspecto importante a considerar es que los alumnos aprenden en distintos momentos, por lo que el docente debe ser flexible y enseñar el contenido a diferente ritmo para lograr satisfacer la necesidad de cada uno de los alumnos.
La planificación es clave
El documento se enfoca en tres áreas clave para la planificación: consideraciones estructurales, prácticas docentes y abogacía. Estos temas representan para los líderes de distrito y las escuelas el reto de pensar quiénes deben ser parte de la conversación, qué apoyos se necesitan y cuáles preguntas se deberían de hacer antes de avanzar.
Tres áreas clave para la planificación de un programa de matemáticas
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Consideraciones estructurales: estas incluyen estrategias de apoyo para los alumnos para ponerlos al corriente tras el periodo de cuarentena. Las instituciones y maestros cuentan con soporte diferenciado, intervenciones pensadas y reelaborar los horarios escolares para enfocarse más en matemáticas. La NCTM y la NCSM también incluyen enfoques, como la enseñanza conjunta o la enseñanza en equipo, para ayudar a los docentes a coordinar el contenido de su grado escolar con el anterior y el que sigue. Para ambos organismos es muy importante que los maestros colaboren para descubrir qué es lo más importante a la hora de enseñar matemáticas en el nuevo ciclo escolar.
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Prácticas docentes: estas se refieren a que los educadores deben usar estrategias educativas que se enfoquen en la evaluación formativa para realmente saber qué tan bien están aprendiendo los alumnos y hacer ajustes si es necesario, ser flexibles es fundamental. Según el documento, existen ocho prácticas docentes de enseñanza de matemáticas equitativas y efectivas ya que sirven para provocar que los estudiantes piensen más. Estas prácticas se enfocan en la evaluación formativa. Esto sirve, por ejemplo, al querer obtener y usar evidencia del pensamiento matemático de los estudiantes y que se sientan valorados. Para implementarlos, se necesita que el docente plantee preguntas con propósito, analizar las tareas y trabajos y observar a los alumnos. Estas ocho prácticas efectivas son:
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Establecer objetivos matemáticos para enfocar el aprendizaje
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Implementar tareas que promuevan el razonamiento y la resolución de problemas
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Usar y conectar representaciones matemáticas
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Facilitar un discurso matemático significativo
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Plantear preguntas con propósito
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Desarrollar fluidez procesal a partir de la comprensión conceptual
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Apoyar la lucha productiva en el aprendizaje de las matemáticas
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Obtener y usar evidencia del pensamiento de los estudiantes
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Abogacía: este punto se refiere a no limitar el pensamiento matemático al aula. El propósito es hacer que el alumno vea cómo las matemáticas están en todos lados, desde sus dispositivos móviles hasta en política y finanzas.
Además, el Consejo Nacional de Maestros de Matemáticas señala que es fundamental lograr que los alumnos participen en un discurso matemático significativo dentro y fuera del aula, por eso es de suma importancia promover el razonamiento matemático y la importancia de las preguntas con propósito.
Para lograrlo, el NCTM aconseja usar un enfoque basado en las fortalezas y habilidades entre la relación docente-estudiante, construir y mantener una identidad positiva y disposición sobre las matemáticas. También sugieren mejorar la comunicación con las familias y la sociedad para hacerlas partícipes del proceso educativo, y por último, asegurar que se les está dando la misma oportunidad de aprendizaje a todos los estudiantes, en lugar de disminuir estas posibilidades.
La mayor preocupación de ambos organismos es alertar sobre los problemas de equidad que existen en la educación desde hace varios años. Señalan que el problema viene desde la estructura y se necesita remover cualquier práctica no equitativa, como la agrupación de habilidades de matemáticas que divide al salón según las habilidades del alumno. Por ejemplo, juntar a alumnos que son percibidos como de lento aprendizaje y dejarlos con esa etiqueta a lo largo de sus vidas estudiantiles.
Analizar la estructura de las escuelas, ser flexibles, motivar a los alumnos a ver a las matemáticas como una materia útil e interesante y planificar cómo seguir enfrentando los retos que traerá la pandemia, son algunas acciones que ayudarán a tener una enseñanza de las matemáticas más equitativa.
Fuente: Observatorio de Innovación Educativa – Tecnológico de Monterrey