En Río Segundo el timbre suena a las 7.25: cómo hace este colegio para simular toda la rutina escolar?
Son las 7.25. Suena el timbre (GIF).
Alumnos y profesores se saludan (Whatsapp).
7.30. Se iza la bandera (GIF).
Unos minutos más tarde, el docente de la primera materia del día inicia su clase tomando asistencia. Los alumnos, reunidos en un grupo de Whatsapp, van siguiendo en tiempo real pero de manera virtual la rutina escolar interrumpida por la pandemia del coronavirus desde el lunes 16 de marzo.
El docente presenta el tema, y elige la herramienta digital que mejor le resulte para transmitir los contenidos de la clase del día. Tal vez Zoom, tal vez Google classmate o Padlet.
Con estas y otras estrategias, valiéndose de videos, fotos, audios y GIFs, los docentes del Instituto Jorge Vocos Lescano de la localidad de Río Segundo recrean a diario las clases devenidas virtuales por el decreto que establece el aislameinto social, preventivo y obligatorio desde mediados de marzo.
“Una profe de la escuela nos contó, antes de que declararan el aislamiento, que en la empresa en la que trabaja estaban armando un plan de contingencia para trabajar de manera remota. Decidimos pedirles a los chicos sus teléfonos de celulares para pensar algo virtual, y ese fin de semana anunciaron la suspensión de las clases”, repasa Sandra Venica, directora del nivel secundario de “la Vocos”.
“Hicimos una reunión donde planteamos un sistema del aula en casa, con consenso y con ideas de todos, y quedó organizado sistema muy adaptable. El personal directivo y los preceptores estamos monitoreando el funcionamiento, haciendo ajustes, pero es muy poco lo que hemos tenido que cambiar porque resultó muy inclusivo”, valora, y asegura que la creatividad de cada docente es fundamental para sostener el ritmo.
“Mucho hemos hablado de la implementación de TICs, pero nunca se hubiera logrado esta integración ni la comprensión de su real valor si no fuera por esta situación”, dice Sandra Venica.
Paula Monte es profesora de Administración y Administración de Recursos Humanos en 4° y 5° año. “Con GIF o con dibujos ponemos la campana a la hora que toca el timbre, una bandera a la hora que izaríamos la bandera, y cada docente interviene a la hora que tocaría su clase, saludando y pidiéndole permiso al profe anterior como si estuviéramos en el aula”, cuenta.
“La herramienta central es el Whatsapp, algunos tienen sus propios celulares y otros niños usan el de sus papás, pero utilizamos plataformas accesibles que hasta se pueden trabajar con datos”, apunta Paula, cuyos alumnos tienen entre 15 y 16 años. “Son nativos digitales y eso ayuda mucho”, reconoce.
Y Sandra destaca que el sistema ha resultado efectivo, no sólo en cuánto a los contenidos, sino como herramienta de contención emocional para el alumnado. “Los papás valoran que hemos logrado mayor autonomía de los chicos, tienen que ser responsables, adquirir buenos hábitos, respetar las consignas, y tienen que ser activos: comentar, leer, subir a la plataforma”, describe, y reflexiona: “Mucho hemos hablado de la implementación de TICs, pero nunca se hubiera logrado esta integración ni la comprensión de su real valor si no fuera por esta situación”.
La escuela tiene nivel inicial, primario y secundario, y en todos se ha implementado el aula en casa. “Para los más pequeños es adaptado, porque trabajan con los teléfonos de sus padres y, como muchos trabajan, el horario se va acordando”, aclara. Tienen alrededor de 400 alumnos, y este año egresarán las primeras promociones de primaria y secundaria. “La propuesta es la formación de emprendedores y esa es la filosofía que nos atraviesa: un emprendedor ve lo que todos ven, pero hace lo que nadie hace”, refuerza Sandra, y considera que la pandemia hace relucir ese eje transversal de la institución.
Evaluar a la distancia
Sandra y Paula cuentan que las instancias de evaluación lógicamente se ven alteradas por esta modalidad de cursado: las notas no son notas que vayan a la libreta, sino indicadores para evaluar el proceso de aprendizaje que realiza cada alumno. Se hacen devoluciones personalizadas, y también les piden trabajos grupales para que puedan coordinar aún a la distancia.
“En la cuenta de Instagram y de Facebook de la escuela pueden ver las producciones de los alumnos, e incluso las técnias pedagógicas de cada actividad”, apunta Paula.
Antes de finalizar la videoconferencia por Zoom, Sandra pide destacar el esfuerzo y la voluntad del equipo de más de 30 docentes que están llevando adelante el proyecto educativo. “La escuela es privada y los profesores no están pudiendo cobrar el 100 por ciento de su salario porque no nos alcanza. Esto significa más trabajo, y lo están asumiendo con gran responsabilidad, por eso estamos tan agradecidas con ese equipo y con las familias”, reflexiona.
Fuente: La Voz