Hola amigos lectores, hoy comenzamos una nueva sección en nuestro blog, porque vemos que nuestro lenguaje va en deterioro con el uso y abuso de la tecnología, o con el apuro de escribir velozmente, muy breve o limitando las letras solo a consonantes y sin miramientos al descartar el rico vocabulario que nos han legado. Por eso queremos dar la lata con:
Lunes de Lengua, Literatura, Lápices, Leer, Léxico y Letras!
Nos preocupamos mucho porque se van perdiendo o esfumando en la red, sin sentido, las hermosas palabras que posee nuestro léxico, es por ello que decidimos crear esta sección para los días Lunes, que son muy dificiles de levantar como todos sabemos.
Para empezar tenemos en la punta de la lengua una letra que en su tiempo fue gemela y luego pasó a ser hija única…(la doble L) y algunas cositas mas.
Y para emprender nuestro largo camino con esta nueva sección vamos a ver que pasó con algunas de las letras que nos enseñaban en la escuela y conocíamos de chiquitos… 🤓 🤓 🤓
* La RAE eliminó la «ch» y «ll» del abecedario y le cambió de nombre a la «Y»
Además cambió la palabra «quórum» a «cuórum» y modificó el uso del prefijo «ex»
La nueva edición de Ortografía elaborada por la Real Academia Española (RAE), que se publicará a fines de este año contiene drásticos cambios en el alfabeto y en las reglas de escritura.
* Exclusión de ch y ll del abecedario
Se excluyen definitivamente del abecedario los signos ch y ll, ya que, en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema. El abecedario del español queda así reducido a las veintisiete letras siguientes: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.
El español se asimila con ello al resto de las lenguas de escritura alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas ellas existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas.
La eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye]). La novedad consiste, simplemente, en que dejan de contarse entre las letras del abecedario.
Al tratarse de combinaciones de dos letras, las palabras que comienzan por estos dígrafos o que los contienen no se alfabetizan aparte, sino en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente. La decisión de adoptar el orden alfabético latino universal se tomó en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, y viene aplicándose desde entonces en todas las obras académicas.
Letrás que desaparecen
Entre las modificaciones está la eliminación de algunas letras del alfabeto. Éstas son la «ch» y «ll«, que han sido suprimidas formalmente de la lista del alfabeto, por lo que el abecedario ahora tendrá solo 27 letras.
Cambios de nombres de las letras
También la RAE decidió cambiarle de nombre a la «i griega» que ahora se llamará «ye». Con esto, la «i latina» pasará a denominarse simplemente «i». En tanto, la «b» se llamará sólo «be» y la «v» sólo «uve». Se ha eliminado el uso de «be alta», «be larga», «ve baja» y «ve corta». En el caso de la «w», se nominará sólo «doble uve».
Cambio de palabras
Respecto a los acentos ya no usarán tilde las palabras: «solo», «guión», «huí» y «truhán», debido a que se considera que son palabras «monosílabas a efectos ortográficos».
La RAE decidió cambiar la «q» por la letra «c» o «k«, dependiendo del caso. Así, «Iraq» será «Irak», «Qatar» se escribirá «Catar» (aunque aún en Medio Oriente siga siendo Katar), «quásar» será «cuásar», y «quórum» ahora será «cuórum».
Finalmente, el prefijo «ex» se escribirá siempre junto con la palabra como: «exmarido», «expresidente» y «exdirector». Sin embargo se continuará escribiéndo por separado cuando se trate de palabras compuestas, como «ex director general»
El dígrafo LL
¿Sabías que el dígrafo Ll fue considerado una letra entre los años 1754 y 1994? Así como el dígrafo Ch, la Ll fue parte del alfabeto español. Esto fue así porque tienen un sonido y pronunciación propio. Sin embargo, en el 2010 dejaron de ser consideradas letras individuales, ahora se denominan como dígrafos. Este cambio no quiere decir que la ll deje de usarse en el idioma español, tampoco la ch; esto sólo implica que no se contarán como parte del abecedario.
Etimología de ‘clavel’
Clavel es un catalanismo. Su evolución hasta llegar al castellano es esta:
Cat. clavell (‘clavo de clavar’) > cat. clavell (‘clavo de especia’) > cat. clavell (‘flor del clavel) > cast. clavel (‘flor del clavel’)
Este nombre está basado en una doble metáfora. En primer lugar, alguien vio una semejanza entre la forma del clavo de clavar y la del clavo de especia. Hoy pensamos en los clavos relucientes de la ferretería y nos puede parecer raro, pero mirando uno antiguo, la comparación no nos parecerá tan descaminada.
Sobre esta primera metáfora visual se construye la siguiente, esta vez por el olfato. Alguien debió de apreciar un cierto parecido entre el olor del clavo de especia y el de la flor, y por eso se empezó a utilizar el nombre del uno para la otra.
Covarrubias lo explica así en su «Tesoro de la lengua castellana«:
CLAVEL, flor conocida por su excelencia. Diéronle este nombre por el olor grande que tiene del clavo aromático. Hace mención della el Doctor Laguna sobre Dioscórides […] y añade: de algunos se dice clavel en España por ser olorosa su flor, como los clavos de especias […]
A lo mejor esta etimología te ayuda a disfrutar un poco más del próximo clavel que veas y huelas. Quién sabe…
Y ahora, que gran humillación cuando debemos modificar toda una frase porque no recordamos como se escribe!!!
¿’Maya’ o ‘malla’?
Las palabras maya y malla tienen significados diferentes, pero los hablantes yeístas las pronunciamos igual (y somos la inmensa mayoría de los hablantes de español). Ya sabes que el yeísmo consiste en pronunciar de la misma manera y o ll.
Pero no es tan complicado diferenciar en la escritura maya y malla. Te voy a dar un truco mnemotécnico de los que me gustan a mí. Los mayas son un pueblo, una de las primeras naciones americanas. Los mayas construyeron pirámides. La letra Y, si la ponemos bocabajo, parece una pirámide. Por eso, maya se escribe con ye (o i griega, como más te guste decirlo).
Las mallas se ponen en las piernas (sobre todo, para ir al gimnasio). Por eso, la palabra malla tiene dos eles: una para cada pierna. Todas las mallas que sean de tela se van a escribir igual, tengan piernas o no.
¡Problema solucionado! 🤓
‘Vaya’ o ‘valla’
Para diferenciar vaya y valla solo tienes que pararte un momento a pensar en lo que vas a escribir y hacerte una pregunta: ¿hay que clavar estacas en la tierra?
Las vallas (con ll) son cercas que ponemos alrededor de un terreno. A veces son también grandes carteles publicitarios. Los palos o estacas de estos objetos son como eles puestas una al lado de otra… Si asocias la forma del objeto con la forma de la letra, ya nunca se te olvidará cómo hay que escribirlo. Lee estas oraciones y represéntate la imagen:
(1) Mi tío me ha dado veinte euros por pintarle la valla de casa.
(2) Han quitado las vallas publicitarias de las carreteras para evitar accidentes.
(3) Voy a vallar un terreno que es de mi propiedad.
Todas las demás formas de vaya, vayas, vayamos, etc. son del verbo ir. Si buscas en ellas una cerca, un cartel o algo parecido, te darás cuenta de que es absurdo. En ese caso se escribe con y:
(4) Mi padre no quiere que vaya a la excursión.
(5) Vaya usted con Dios.
También la exclamación ¡vaya! es del verbo ir y por eso se escribe con y:
(6) ¡Vaya! Se me ha perdido el reloj.
(No hay aquí palos ni estacas por ninguna parte).
Así que ya sabes: si hay palos o estacas que se clavan en el suelo es con ll; en todos los demás casos, lo que necesitamos es una y. Ah, por supuesto, las dos palabras se escriben con v.
‘Calló’ o ‘cayó’
¿Tienes problemas para escribir cayó y calló? No sufras. Te voy a explicar cómo diferenciar estas dos formas.
Calló, escrito con ll, es del verbo callar. Lo reconocerás porque se puede sustituir por se quedó callado. Eso es lo que vemos en (1) y (2):
(1) Augusto se calló [Ricardo Fernández de la Reguera: Cuerpo a tierra].
(2) Augusto se quedó callado.
Una vez que lo tienes identificado, solo tienes que aplicar un truco. Imagínate que la letra ele es un dedo puesto en la boca para hacerte callar. Así no se te olvidará.
En cambio, cayó con y es del verbo caer. Lo vas a reconocer porque se puede sustituir por fue a caer:
(3) El niño no se cayó al suelo, se fue de narices contra la pared [Camilo José Cela: La colmena].
(4) El niño no fue a caer al suelo.
A veces la sustitución puede quedar un poquito rara, pero lo importante es que nos va a hacer ver que se trata de una forma del verbo caer. No necesitamos más. Ahora imagínate que la Y es un embudo por el que te caes. Puedes incluso dibujar una y con un monigote cayendo dentro. Ya está: cayó de caer es con ye (o i griega como le decíamos en mi época).
Este es un problema que afecta a los hablantes yeístas, es decir, a los que pronuncian igual y que ll. No es que esta forma de pronunciar tenga nada de malo. De hecho, la inmensa mayoría de los hablantes de español son yeístas. Eso sí, quienes pronunciamos así tenemos que prestar un poco más de atención al escribir.
La confusión se explica por un doble motivo. Para empezar, los significados están relacionados. Estamos hablando de herir, ya sea con palabras, ya sea con una pieza acerada. Por si fuera poco, los hablantes yeístas (o sea, casi todos), pronuncian estas dos palabras de la misma manera, igual que lo hacen con haya y halla o vaya y valla.
Cuidado con este error. Los correctores ortográficos de ordenadores y teléfonos móviles son incapaces de detectarlo porque se limitan a comprobar si la palabra que escribimos está escrita en el diccionario.