Curiosidades sobre la Plaza de Mayo, su historia, secretos y mucho más!
Es la plaza más antigua de Buenos Aires. Pero no siempre fue tan grande ni tuvo ese nombre…
En el año 1580 el fundador de la ciudad, Juan de Garay, creó una plaza que se llamó «Plaza Mayor» en lo que actualmente es el espacio comprendido por Avenida Rivadavia, Hipólito Yrigoyen, Defensa y Bolívar. Hacia el este, entre lo que hoy es Avenida Rivadavia, Yrigoyen, Defensa y Balcarce, quedó un terreno baldío que con el tiempo se llamaría «Plaza de Armas o Plaza del Fuerte».
Ambas plazas se unificaron en 1884, formando un terreno de 2 hectáreas. Su nombre honra la revolución independentista del 25 de mayo de 1810.
Entre las primeras dos plazas, durante los años 1804 y 1884, existió una edificación llamada La Recova. Esta construcción constaba de dos cuerpos de 11 arcos cada uno, unidos en el medio por un gran arco central que conectaba las dos plazas. Este fue el primer Mercado (Shopping) de la ciudad. Aquí, se podían comprar todo tipo de productos, desde zapatos y ropa hasta carne y verduras. La Recova fue demolida en 1884 para crear la Plaza de Mayo.
Hueco de las Ánimas
Se creía que en la actual esquina de Reconquista y Rivadavia, había un lugar donde el diablo y las brujas se juntaban para hacer aquelarres. Era un sector de edificaciones a medio construir, con huecos donde los pordioseros se tiraban a dormir. El primer Teatro Colón fue construido ahí, tapando el hueco definitivamente.
Ejecuciones Públicas
Desde 1580 en adelante, la parte oeste de la plaza fue el lugar donde los reos eran fusilados o ahorcados a la vista del pueblo. Sus cadáveres se dejaban colgando durante un par de horas.
Corridas de Toros
En 1609 se realizó la primera corrida de toros en lo que aún era la Plaza Mayor. Pasaron dos siglos antes de que sean abolidas. Los balcones de las construcciones de alrededor se alquilaban como palcos para el espectáculo. Las autoridades observaban la corrida desde el Cabildo. Las corridas de toros eran acompañadas por shows de actores, enanos y máscaras.
El Fuerte de Buenos Aires
Ahí donde hoy encontramos la Casa Rosada, solía haber un fuerte de piedra construido en 1595 para defender la ciudad de los piratas europeos. Si bien fue demolido en 1882, en el Museo de la Casa Rosada se pueden ver algunos de sus restos.
La Pirámide de Mayo
Construida en 1811, es el primer monumento patrio. Conmemora el primer aniversario de la Revolución de Mayo. Sin embargo, el monumento a la vista no es el original. El original está escondido adentro de la estructura que podemos ver hoy. En 1856 la pirámide estaba muy abandonada así que al artista Prilidiano Pueyrredón construyó una pirámide nueva a su alrededor y, en su cúspide, se colocó una pequeña estatua de la Libertad con un gorro frigio que representa a la República Argentina.
Mapa de Ubicación
Buenos Aires tiene su monumento fundamental único, epónimo: la Pirámide de Mayo. Sitio y símbolo umbilical de la libertad (…) para quien mira de la calle es una norma, un fermento y un punto de partida; para quien la contempla desde los balcones de la Casa de Gobierno, un índice o un reproche. (…) no se puede describir ni tiene porqué entenderla el turista, se la ama, se la siente. Tampoco vamos a visitarla casi nunca, pero nos es imprescindible saber que está allí. Ella es la verdadera Capital de la Nación.
Florencio Escardó, en 1945.
El 6 de abril de 1811, comenzó la construcción del primer monumento que tuvo Buenos Aires: la Pirámide de Mayo.
Ese día, el alarife (como se la decía al maestro mayor de obras) Francisco Cañete puso los cimientos de un sencillo obelisco hueco, hecho de ladrillos, que iba a tener casi 15 metros de altura y estaría rodeado de una reja sostenida por doce pilastras de mampostería. La obra debía estar lista para el 25 de mayo, pues el deseo del Cabildo era que ese monumento rindiera homenaje al primer aniversario de la Revolución de Mayo. Ese día se colocaron los cimientos, mientras bandas de música contribuían a la algarabía general.
Lo llamaron “Columna del 25 de Mayo”. Su historia comienza en marzo de 1811 cuando la Junta Grande decidió mandar a construir un monumento del lado oeste de la plaza, para celebrar el primer aniversario de la Revolución de Mayo.
Nunca fueron hallados los planos trazados por Cañete, pero estudios realizados posteriormente llegaron a la conclusión de que era una pirámide hueca, pues por la premura del tiempo no se hizo de mampostería compacta. Estaba fabricada de adobe cocido y era hueco, quizá para ahorrar ladrillos ya que el presupuesto no era generoso. En su interior un poste de madera colaboraba con su estabilidad. En un primer momento se pensó en hacerla de madera para que durase un par de años. Tenía unos 13 metros de altura (montada sobre su pedestal alcanzaba unos 15 metros); tenía un zócalo sobre dos gradas, un pedestal sencillo de cuatro ángulos entrantes y cornisa volada alrededor. Un globo decorativo remataba el conjunto. Lo rodeaba una verja sustentada por doce pilares de material terminados cada uno en una perilla redonda. En las cuatro esquinas de la verja se colocaron en 1812 otros tantos postes, de los que colgaban farolitos alimentados con grasa de potro.
Aunque el obelisco no estuvo terminado en fecha, se lo inauguró de todos modos. En una carta que le envió ese día María Guadalupe Cuenca a su marido Mariano Moreno (ignorando que éste había muerto en alta mar casi dos meses antes), le cuenta: «Están en una gran función en acción de gracias por la instalación de la Junta; predica Chorroarín, han hecho arcos triunfales, una Pirámide en medio de la Plaza, aunque no la han podido acabar…».
Se colocaron al pie de la pirámide, en los cuatro vértices, las banderas de los Regimientos Patricios, Arribeños, Pardos y Morenos, Artillería, Húsares y Granaderos de la guarnición Buenos Aires y soldados de distintas unidades se turnaban para hacer guardia durante cuatro días, entre las 8 y las 20 horas. Por la noche, la pirámide y la plaza fueron iluminadas por 1141 velas de sebo. Los festejos duraron cuatro días e incluyeron danzas, sorteos y «manumisión» de esclavos (proviene del latín manus (mano) y mittere (enviar lejos) que significa «alejar de las manos del amo» o, bien, «soltar de las manos». Liberar).
Ese mismo año, el gobierno dispuso que se le colocaran placas con los nombres de Felipe Pereyra de Lucena y de Manuel Artigas, los dos primeros oficiales en morir en combate, ambos en 1811.
La estatua que corona la Pirámide de Mayo es obra del escultor francés Joseph Dubourdieu. Se trata de una representación alegórica de la Libertad con una lanza en la mano derecha y el Escudo Nacional en la izquierda. En un principio el obelisco de mayo estaba rodeado por cuatro figuras escultóricas, hacía los cuatro puntos cardinales que simbolizaban a «La Mecánica», «La Navegación», «La Astronomía» y «La Geografía».
Dubourdieu es también el autor de las esculturas que hay en el tímpano de la Catedral de Buenos Aires, que representan el encuentro de José y su padre Jacob en Egipto, como una alegoría del reencuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón.
El último cambio que tuvo ocurrió en 1912 cuando el monumento fue trasladado más de 63 metros hasta su ubicación actual. La mudanza duró ocho días y se usó una plataforma sobre rieles para desplazarla. En las vísperas de su centenario se organizó un concurso para construir un monumento más grande, que contuviese a la pirámide en su interior.
Por otro lado también se dice que en la reconstrucción de este monumento en el año 1856, se coloco tierra de todas las regiones del país, así como también una porción proveniente de tierra santa. Quizá en consonancia con el preámbulo de la Constitución del ´53, «invocando a la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.»
* El 25 de Mayo de 1824 el ingeniero hidráulico Santiago Bavans logra iluminar la pirámide con luz de gas. Instaló un pequeño gasómetro en el solar en la calle de las Torres (hoy Rivadavia) y de la Reconquista donde hoy se encuentra el banco de crédito Argentino.
* En 1834 se encontraba en ruinas, descascarada y desmenuzada y su cerca retorcida y oxidada. El gobierno provincial contrató al albañil Juan Sidders y al herrero Robert M. Gaw para repararlas. El arreglo terminó en enero del año siguiente, dos meses después de que asumiese como gobernador Juan Manuel de Rosas.
* En 1852 los hermanos Jaunet, utilizando un pequeño gasómetro, la iluminaron con lámparas de gas, dejando al público asombrado, ya que sólo conocía de faroles alimentados con aceite de potro.
* El 23 de mayo de 1854 se juró junto a ella la Constitución del Estado de Buenos Aires. Se colocaron entonces cuatro pirámides adornadas y con inscripciones, de estilo gótico, en sus cuatro ángulos y muchos adornos realizados con flores.
* Algunos artículos de la época habían hecho circular la versión de que la antigua Pirámide no existía dentro de la construida en 1857. Un extenso informe realizado en 1913 por una comisión nombrada por la Junta de Numismática Americana para dilucidar el tema, comprobaba la existencia de la vieja Pirámide dentro de la actual estableciendo además que la construcción original no era de mampostería maciza ya que desde la base hasta la mayor parte de la aguja se había dejado el espacio central vacío. De su lectura también queda claro que si bien se alude a la pirámide primitiva como «escondida» dentro de la nueva, dice que el monumento no sufrió otro desmedro que la supresión de la verja que la rodeaba. Quizás la ambigüedad del texto explique porque algunos autores han creído que el monumento de 1811 quedó dentro de uno nuevo (como lo sigue creyendo la mayoría del público) cuando es evidente que la estructura primitiva solo fue modificada en 1856 mediante un ligero aumento de la altura de la aguja, retoques superficiales de revoque y molduras, y el aditamento de la estatua de la Libertad.
* En la plaza Eduardo Costa, frente al Palacio Municipal de la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires, fue inaugurada el 25 de mayo de 1960 y en ocasión de la celebración del Sesquicentenario del primer grito de libertad de la Nación Argentina, una réplica de la Pirámide de Mayo.
* En un extremo de la plaza San Martín en la localidad de la ciudad de Belén de Escobar, también en la provincia de Buenos Aires, se encuentra otra réplica de la Pirámide de Mayo. Está realizada en hierro y cemento.
* También existe una réplica de la Pirámide de Mayo en San José de Mayo (República Oriental del Uruguay), ciudad donde, a raíz de las heridas sufridas en el combate sucedido en ese lugar el día 25 de abril de 1811, falleció el Capitán Manuel Artigas, uno de los homenajeados en el lado oeste de la pirámide original. La ubicación de dicha réplica es en la confluencia de las calles 25 de Mayo y Manuel D. Rodríguez de aquella ciudad.
* Como vemos, el incorrecto nombre de «pirámide» prevaleció desde un principio, aunque obviamente se trata de un obelisco.
* En los días de fiestas patrias se la adornaba profusamente con cintas, gallardetes, faroles de papel y leyendas alusivas.