Biografía:
Noemí nació en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Flores, el día 20 de enero del año 1930. Su padre era abogado y su madre maestra. Vivió sus primeros años en Adrogué y, al comenzar el tiempo escolar, la familia se mudó nuevamente a la ciudad de Buenos Aires. SVivió una infancia llena de juegos y de felicidad. Su contexto familiar le permitió acercarse a espacios que en ese momento eran impensados para el mundo femenino. Tuvo el privilegio de ser educada en plena libertad y sin diferencias.
Asistió a la escuela pública. Estudió en el Lenguas Vivas. A los pocos años, enfermó de tuberculosis y por eso, momentáneamente, su educación quedó en manos de su madre. Ya recuperada, retomó los estudios en el Colegio Francés, ya que era amante de la lengua francesa. Desde 1949 cursó Filosofía en la UBA, donde militó activamente en los centros de estudiantes con una actividad de base.
Viajó a Francia para realizar su doctorado. Al regresar, encontró una universidad pública comprometida con la sociedad. Participó del Departamento de Extensión Universitaria, donde se trató de vincular al futuro profesional con el campo de trabajo. Desde este lugar, desarrolló un proyecto de educación popular para adultos conocido como “Isla Maciel”. Allí planteó la necesidad de “… instalar el tema en educación, la necesidad de una discriminación positiva, o sea, darle a los chicos de los grupos de pobreza determinadas cosas que no se les dan a todos, se les da a ellos, porque si se les da igual a todos, tienen unas tremendas diferencias (…) ¿Y quiénes son los maestros que nos enseñan de la necesidad de la corrección de la justicia que tiene muchas veces, digamos, una época de discriminación positiva? Las mujeres. Porque fue necesario que hubiera discriminación positiva para lograr determinados niveles de derechos que les estaban negados. Todo el mundo se enganchó y también los hombres, los hombres están reconociendo la necesidad. Nosotros queremos que los maestros, y la gente, y las autoridades, sobre todo, reconozcan la necesidad que hay que hacer programas y cosas para restituir a los sectores sumidos en la pobreza.”.
El proyecto Isla Maciel se vio truncado por el golpe militar producido en junio de 1966, cuando asumió como presidente Juan Carlos Onganía, que suspendió estas actividades.
Fiorito se casó con Cristian Labrune, con quien se había conocido trabajando en la universidad. Tuvieron una hija y conformaron un matrimonio que compartía la pasión por la militancia y por la defensa de la educación pública.
Siempre usó los ámbitos culturales y universitarios como espacios de resonancias de los reclamos que ella llevaba. Noemí había sido de las mil profesoras y profesores que renunciaron a la Universidad de Buenos Aires en 1966, después de la «Noche de los Bastones Largos».
En 1969 ambos renunciaron a sus cargos universitarios y se trasladaron a Cipolletti, al sur del país. En 1972 su esposo comenzó a trabajar en la empresa Hidronor, mientras Noemí hacía traducciones de textos en francés para la editorial Amorrortu.
En 1972, junto a su pareja, Cristián Labrune y su hija, llegaron a El Chocón; dos años más tarde se fueron a vivir a la localidad rionegrina de Cipolletti por más de 40 años, donde comenzó a convertirse en referente de la lucha por los derechos humanos en la región.
Desde muy temprano en su vida Noemí reclamó por los derechos de los pueblos indígenas.
En 1975 fundó, junto con el obispo Jaime de Nevares y otros compañeros de militancia, la delegación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) en Neuquén. Al año siguiente se inauguró una sede de la APDH en Río Negro, siempre bregando por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Noemí fue parte de la preparación del informe para la visita de la CIDH a la Argentina en 1979. En el año 1984, trabajó en la elaboración del informe «Nunca Más» a partir de su experiencia en el informe de la CIDH.
En noviembre del 2016, Labrune recibió el doctorado «Honoris Causa» de la UNCo en reconocimiento a su trabajo y lucha por los derechos humanos. El sábado pasado se había presentado en la Feria del Libro de Neuquén la segunda edición de su libro «Noemí Labrune y la lucha por los derechos humanos, de lo individual a lo colectivo».
A lo largo de su vida sufrió todo tipo de persecuciones, atentados y escraches, pero nunca se amilanó: sus ideales los mantuvo siempre en alto. Falleció el 10 de septiembre de 2023 a los 93 años.
Su nombre figura en la Resolución 48492/16 del Consejo Superior de la UBA que homenajeó a docentes y no docentes renunciantes, en el 50 aniversario de la Noche de los Bastones Largos; en la Ley provincial 4974/14 que la declara Ciudadana Ilustre de la provincia de Río Negro; en el libro Buscados.