Biografía:
Nació el 31 de julio de 1866 en la ciudad de Rosario (Santa Fe). Menuda, vestida siempre de oscuro, enérgica y vehemente, recorría las barriadas de Rosario de principios del siglo XX, conmovida por los niños que colmaban las viviendas precarias. Formó la primera promoción de maestras graduadas en 1881 en la Escuela Normal de Rosario (fundada en 1879), hoy Nicolás Avellaneda. A pronto de recibirse comienza a ejercer la docencia, a partir de ahí surge la idea de crear una institución de socorro a la niñez. La cual se crea el 25 de septiembre de 1905, bajo el nombre de «Sociedad Protectora de la Infancia Desvalida». Su fin era alejar al niño de toda influencia que pudiera afectar negativamente su conducta.
En 1882 se entregan los diplomas a las 10 primeras maestras egresadas, entre quienes se destaca Juana Elena Blanco.
En 1905 funda una escuela-taller que en 1912 logra tener edificio propio. En ese establecimiento de la calle Pasco, además de los cursos regulares, se enseñaban diversos oficios a alumnos de ambos sexos (imprenta, costura, carpintería, tejido, música). Funda en 1917 una nueva escuela, el «Hogar del Niño», en la esquina de Uruguay y Entre Ríos, sobre terrenos donados por el Dr. Rafael Calzada.
«Nuestras pretensiones son modestas. Que ningún niño quede sin instrucción dentro del municipio proveyéndole de vestidos, útiles escolares y cuanto fuera menester». Las palabras las pronunció la maestra rosarina Juana Elena Blanco ante el Congreso Americano del Niño que se realizó en 1906 en Montevideo. Ya había comprobado que unos dos mil niños de la ciudad estaban por ese entonces sin escuela.
Estas escuelas, más la colonia de vacaciones de Carcarañá, que también se creó gracias al empuje de Juana Elena Blanco en 1920, cumplieron con la misión que soñó su fundadora durante muchos años.
«Al niño argentino hay que enseñarle que un pueblo que no tiene independencia económica y capacidad productora de la independice del capital e industrias extranjeras sólo será considerado una factoría por los pueblos fuertes que saben bastarse a sí mismo. Que el orgullo nacional no es patriotismo, sino cuando es altiva dignidad . Y que, para ostentarse como timbre legítimo, hay que prepararse ni sometimientos» -Juana Elena Blanco-
Fallece en Rosario (Santa Fe) el 30 de agosto de 1925 y sus restos fueron depositados en el Cementerio El Salvador de la misma ciudad, en un mausoleo que fue costeado con el aporte popular como agradecimiento a la labor de la educadora por la niñez desvalida. Tal como lo recoge una reseña histórica de 1930, a cinco años de su muerte, que ocurrió cuando sólo tenía 59 años, escribió la periodista Silvia Carafa en su artículo «Juana Elena Blanco, la maestra rosarina de los niños pobres».
En su honor, una calle y una escuela técnica de la ciudad de Rosario llevan su nombre.
El educador Ovide Menin (fallecido en enero de 2015) describe a Juana Elena Blanco como una educadora de avanzada para la época: «Su filosofía es el respeto a la participación activa del niño en el proceso de aprendizaje». Una idea concebida a la luz del positivismo de ese entonces. Es de avanzada si se piensa que en ese momento el concepto de niño era el del niño quieto. La Escuela Activa admite el movimiento en el chico, de alguien que participa activamente, y donde el trabajo manual adquiere relevancia. Dicho ahora parece una simpleza, pero para aquel entonces, para la escuela del silencio, del permiso que el chico debía pedir constantemente para moverse y hablar, era revolucionario».