Biografía:
Rosario Vera Peñaloza nació en Atiles, La Rioja un 25 de diciembre del año 1873. De familia tradicional riojana y con vínculo con el caudillo Chacho Peñaloza, sus padres fueron Eloy Vera y Mercedes Peñaloza. Fue la hija menor y quedó huérfana a los 10 años. Quedó huérfana siendo de muy pequeña y vivió con una tía, quien cuidó de los estudios primarios de su sobrina cursados en Atiles y luego en la provincia de San Juan, en donde los culminó.
Sus primeros años de escolaridad transcurrieron en la provincia de San Juan, en una escuela de religiosas. Al volver a La Rioja en 1884 comenzó sus estudios secundarios en la Escuela Normal de La Rioja, una de las primeras fundadas bajo el proyecto sarmientino de las escuelas normales y con la base de las maestras norteamericanas Annette Haven y Bernice Avery. Allí se recibió de maestra normal, en el año 1888 y luego continuó sus estudios en Paraná, donde se formó en el profesorado bajo la tutela de Sara Eccleston, otra de las maestras que Sarmiento había traído de Estados Unidos. La cercanía con ella le proporcionó una sólida formación y la inspiró para los primeros proyectos educativos que Rosario puso en marcha en nuestro país.
En 1894 obtuvo el título de Profesora Normal. Paralelamente estudiaba el profesorado destinado a los jardines de infantes y, en 1897, se graduó como Profesora de Kindergarten, en la Escuela de Profesores del Jardín de Infantes de Paraná.
Su primer proyecto fue el de fundar un jardín de infantes (1898) en su tierra natal. De ese modo se anexó a la escuela normal de La Rioja un espacio educativo dedicado a la primera infancia. Ese mismo modelo lo replicó en Buenos Aires, Córdoba y Paraná. -A partir de allí, y por las innovaciones que Rosario hizo en ese terreno, se instauró el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de los docentes de nivel inicial el 28 de mayo, que recuerda la fecha de su fallecimiento, en 1950.-
En 1900, fundó el Jardín de Infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie creadas en las ciudades de Córdoba, Buenos Aires y Paraná, abocándose al estudio de planes y programas de educación preescolar.
En 1910 fue designada Inspectora de Educación Física y al año siguiente ocupó el mismo cargo en la Escuela Provincial “Alberdi” también en Córdoba. En 1912 en la ciudad de Buenos Aires, asumióla dirección de la reconocida Escuela Normal N° 1 “Roque Sáenz Peña”.
Ya entrado el siglo XX, fue designada vicedirectora de la Escuela Normal de La Rioja. Al poco tiempo se trasladó a Córdoba para ocupar el mismo cargo en la Escuela Provincial Juan Bautista Alberdi. En este caminar por el país, llegó a establecerse en la ciudad de Buenos Aires, y ocupó el cargo de directora de la Escuela Normal Nº 1 entre los años 1912 y 1917.
Durante estos años continuó con su investigación en torno del kindergarten, donde se suscitaron algunas polémicas, en especial en la presentación de un trabajo donde tomaba como fundamento para su análisis a María Montessori y a Frederic Froebel. Allí señalaba que el método froebeliano no había podido ser superado por el de Montessori, que, justamente, estaba siendo aplicado en algunos espacios del kindergarten de nuestro país. A pesar de ser una innovadora, no le gustaba que se la vinculara con las corrientes pedagógicas del momento -en este caso, vincularla con el escolanovismo-, ya que las consideraba combativas y desorientadoras en el mundo de la educación.
En 1917, fruto de problemas políticos, fue declarada cesante. Se multiplicaron entonces las adhesiones públicas a su persona. Recién esta situación se reparó en el año 1924. También fundó y dirigió la Escuela Normal Nº 9 “Domingo Faustino Sarmiento”.
Se vinculó entonces con el doctor Carlos María Biedma para acompañarlo en un proyecto educativo: la apertura de una nueva escuela con una novedosa metodología para la educación de las nuevas generaciones. En 1918, Rosario fue designada directora de esa institución (Escuela Argentina Modelo). Junto con Biedma, generó el museo pedagógico, que seguía la línea educativa de Pestalozzi, Froebel y Montessori. A su vez, durante estos años se ocupó de la formación de profesores a través de sus cátedras de Pedagogía y Matemática en la Escuela Normal del Divino Maestro, incorporada al profesorado de Lenguas Vivas. Durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear se volvió a relacionar con la gestión estatal, y fue designada Inspectora de Enseñanza Secundaria Normal y Especial.
Promovió la profesionalización de los jardines de infantes
Dictó cursos en todo el país impulsando la enseñanza popular y las nuevas técnicas y didácticas en los jardines de infantes. En este sentido, adapta e innova sobre la base de Pestalozzi, Froebel y Montessori, creando en la Escuela Argentina Modelo un museo pedagógico con fines didácticos.
En 1924 se la designa Inspectora de Enseñanza Secundaria Normal y Especial. En este cargo, se desempeñó hasta su jubilación, por razones de salud, en el año 1928.
En 1931, el Consejo Nacional de Educación le asigna la creación del Museo Argentino para la Escuela Primaria que se instala en el Instituto Félix Bernasconi. Allí tomó a la Geografía como el área central del conocimiento, como eje transversal en la educación de los jóvenes: “Fue necesario cruzar llanuras, deslizarse por la corriente de caudalosos ríos, penetrar en los vericuetos de los valles, trepar las cimas de montañas majestuosas, para sentir más profundamente, si es posible, la felicidad de ser argentino.” (Vera Peñaloza; 1931)
El museo se convirtió en un auténtico centro de investigaciones, donde los docentes acudían con frecuencia y recibían capacitaciones por parte de la misma Vera Peñaloza.
Se dedicó a perfeccionar a los maestros en su quehacer cotidiano siempre atenta a la conexión entre lo popular y nacional, el aporte de los pedagogos extranjeros reconocidos, lo teórico y lo práctico.
Desde entonces, Peñaloza ocupó múltiples cargos educativos en diversas provincias, fundó museos y jardines y escribió 25 libros. Uno de sus textos, llamado Mi Credo Patriótico, dice:
«Creo en el Magisterio Argentino y en su obra; y con esta fe pongo en sus manos este trabajo; a ellos toca formar las generacoones capaces de mantener encendida, siempre, la lámpara votiva que dejaron a nuestro cuidado los que nos dieron patria, para que jamás se apague en el alma argentina y para que sea el faro que nos guíe en todos los momentos dentro de nuestra vida nacional».
Toda su vida se dedicó a la enseñanza y estuvo interesada en una formación integral que tuviese en cuenta los aspectos artísticos, físicos, manuales y musicales de los niños, criterios que se mantienen en la actualidad gracias a su iniciativa y tenacidad. Sus últimos años los pasó en su provincia natal, La Rioja, y, producto de una enfermedad terminal falleció a los 77 años.
Rosario Vera Peñaloza falleció el 28 de mayo de 1950 en Chamical, provincia de La Rioja, a donde había viajado para brindar un curso a los docentes. En su testamento dejó asentada su voluntad de donar todo lo que tenía, hasta su «vieja hamaca». En su memoria, la fecha se declaró como «Día Nacional de los Jardines de Infantes» y «Día de la Maestra Jardinera» en Argentina.
Obras:
- El hombre que rehusó el Olimpo.
- Los hijos del sol.
- Historia de la Tierra.
- Un viaje accidentado.
- Cuentos y poemas.
- Pensamientos breves sobre juegos educativos.
- Enseñanza práctica de las fracciones.
- Herencia sagrada.
- La casa histórica de Tucumán.
- La industria del tejido.
- La tejeduría hogareña.
- Mi credo patriótico.
- El paso de los Andes por las seis rutas.
- Estudio comparativo de los sistemas Montessori y Froebeliano. (1915). Sociedad Nacional de Kindergarten, Buenos Aires.
- Enseñanza práctica de la geometría en la escuela primaria. Metodología. (¿1919?). Buenos Aires, Escuela Argentina Modelo.
- El Kindergarten en la Argentina. Didáctica Froebeliana. Vera Peñaloza, Rosario y otras (1936). Buenos Aires, Instituto Félix Bernasconi.
Fue declarada por sus seguidores como «La Maestra de la Patria».
Desde entonces, cientos de escuelas del país llevan su nombre y fue reconocida mediante un sello postal como unas de las mujeres emblemáticas argentinas. También, los autores argentinos Félix Luna y Ariel Ramírez compusieron una zamba llamada «Rosarito Vera, maestra».
En diciembre de 2014 (aunque fuera institucionalizado el 15 de septiembre de 1971), por medio de la Ley N° 27059, se estableció:
«El 28 de mayo de cada año, como el Día Nacional de la Maestra Jardinera»,
en conmemoración de la pedagoga Rosario Vera Peñaloza.