Hoy vamos a despejar X… o Y… o Z… o mejor vamos a dejar a los profes, que ellos son muy capaces de enseñarnos como enredar muy bien un tema y una clase!!!
Despejando la Incógnita:
El profesor.- «… despejando x obtenemos que x = 3 »
El alumno.- «¡Un momento!, ¡usted dijo ayer que x era igual a 2!»
En la clase la maestra pregunta:
–Jaimito, ¿cuánto son 4 por 4?
* Empate.
–¿Y 2 por 1?
* Oferta especial.
Cálculos:
– ¿Cómo comprobar experimentalmente que 2+2=5?
– Consigue dos cuerdas, y haz en cada una de ellas dos nudos. Ahora átalas juntas. ¿Cuántos nudos tiene el resultado?.
Dudas:
Si los «cienpies» tienen 100 pies… los «piojos» tienen 3,1416 ojos???
Ayuda paterna:
«¡Papá, papá!, ¿me haces el problema de Matemáticas?»
– No hijo, no estaría bien»
«Bueno, inténtalo de todas formas».
Qué dicen los profesores de Matemáticas, y lo que realmente quieren decir:
Claramente: No quiero pasar por todos los pasos intermedios.
Trivialmente: Si piensas que tengo que mostrarte el por qué, te equivocaste de clase.
Lo que me pregunta es obvio alumno: Si estaba dormido cuando lo expliqué, no espere que repita la explicación.
Les doy una pista: La forma más difícil de hacerlo.
Podemos asumir que: Hay muchos casos, pero no sé cómo demostrar éste.
Usando el Teorema «___»: No sé qué dice, pero sé que se resuelve por allí.
El resto es Álgebra: Ésta es la parte aburrida; si no me creen, ¡háganlo!.
Demostración oral: Si la escribo, pueden encontrar los errores.
Brevemente: Ya se acaba la clase, así que escribiré y hablaré rápido (no breve).
La dejo como ejercicio: Estoy cansado.
Demostración breve: Ocupa la mitad de la hoja y cuatro veces el tiempo en entenderla.
Demostración formal: Yo tampoco la entiendo.
Fácilmente demostrable: Hasta ustedes, con sus conocimientos infinitesimales, pueden demostrarlo sin mi ayuda.
¿Quieren que repita la explicación?: Si ustedes la han entendido, se lo volveré a explicar hasta que no la entiendan.
* Me di cuenta de que iba a recursar Matemáticas cuando un día el profesor dijo en clase: «Sea un epsilon menor que 37», y de repente todo el mundo se echó a reír.
Poema matemático…
Yo tenía 10 perritos…
Yo tenía diez perritos, uno se perdió en la nieve.
No me quedan más que nueve.
De los nueve que quedaban, uno se comió un bizcocho.
No me quedan más que ocho.
De los ocho que quedaron, uno se metió en un brete.
No me quedan más que siete.
De los siete que quedaron, uno ya no lo vereís.
No me quedan más que seis.
De los seis que me quedaron, uno se perdió en un brinco.
No me quedan más que cinco.
De los cinco que quedaron, a uno se lo robaron en el teatro.
No me quedan más que cuatro.
De los cuatro que quedaban, uno se volvió al revés.
No me quedan más que tres.
De los tres que me quedaban, uno se murió de tos.
No me quedan más que dos.
De los dos que me quedaban, uno se comió un Tuno.
No me queda más que uno.
Y el perrito que quedaba se metió para bombero.
Y ahora ya solo me quedan cero.