«Marcha de San Lorenzo»
Letra: Carlos Javier Benielli
Música: Cayetano Alberto Silva
Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido
oír se deja de corceles y de acero;
son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y a la voz del gran jefe
a la carga ordenó.
Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón
al viento desplegado
su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.
Inscriben en la historia
su página mejor.
Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal.
Y allí, salvo su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!
Y allí, salvo su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!
MP3: Marcha de San Lorenzo (instrumental)
Historia:
La Marcha San Lorenzo es una canción que relata los sucesos del combate en el que se enfrentaron las tropas del coronel de Granaderos José de San Martín y tropas realistas en la ciudad de San Lorenzo. El autor de su letra fue Carlos Javier Benielli y el de la música, Cayetano Alberto Silva.
Benielli era un poeta y docente argentino nacido en Mendoza en 1878. Fue autor de las letras de varias de las marchas e himnos dedicados a figuras de la historia argentina, como la Marcha de San Lorenzo y las marchas de Tuyutí y Curupaytí, también con música de Silva.
Había estudiado magisterio en Mendoza y egresó en 1895. Dos años después se recibió de profesor en la Escuela Normal de Profesores “Mariano Acosta”, del porteño barrio de Balvanera. Se radicó en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, donde se hizo amigo de Cayetano Alberto Silva, violinista, docente y compositor. Fue a instancias de éste que el 27 de abril de 1907 Benielli se dedicó a poner letra a la música de la Marcha San Lorenzo compuesta por Silva en 1901. La increíble consonancia entre letra y música sugiere que ésta fue creada sobre la poesía y no al revés, como realmente sucedió.
Esta marcha, que conmemora el combate y rememora la acción heroica del soldado Juan Bautista Cabral, fue su obra más famosa.
En abril de 1901, Cayetano Alberto Silva consideró que la marcha estaba terminada y, como era conocido del coronel Pablo Riccheri –por entonces ministro de Guerra– le envió la partitura. El militar, entusiasmado con la obra, fue quien ordenó ejecutarla en un acto patriótico, del que participó el presidente Julio A. Roca. Ésta fue la primera audición en público de su obra, oportunidad en que el maestro Silva dirigió dos bandas militares.
Años después, en abril de 1907, Silva le hizo escuchar la música de la marcha a su amigo Carlos Javier Benielli, el maestro mendocino que entonces tenía 29 años. Se dice que éste tomó algunos apuntes y al día siguiente le entregó a su amigo la letra de la marcha.
Más tarde, Silva partió hacia Rosario, ejerció su profesión y fue policía. Al morir en 1920, esa institución le negó sepultura en el Panteón Policial por ser negro, por lo que fue sepultado sin nombre. En 1997 sus restos fueron trasladados al Cementerio Municipal de Venado Tuerto y su casa hoy es un museo.
Los autores lograron un relato sencillo y expresivo de los hechos, con descripción poética y realista, en la que se amalgaman letra y música con la maestría que hizo de la Marcha San Lorenzo una de las canciones patrias más conocidas y cantadas por los argentinos y reconocida internacionalmente como una de las mejores cinco marchas militares del mundo.
A partir de 1997 se adopta para rendir honores al presidente de la Nación Argentina.